La presa Cerro Prieto, ubicada en Linares, Nuevo León, se encuentra en el centro de una polémica tras las declaraciones contradictorias del Organismo de Cuenca Río Bravo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Mientras que el director de la entidad, Alatorre, subrayó la importancia de mantener un margen de seguridad en los niveles de agua, el Organismo ha asegurado que no existe riesgo de desbordamiento, a pesar de que el embalse supera su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias.
El comunicado de Conagua afirma que la presa opera dentro de parámetros seguros y que se monitorea constantemente para prevenir cualquier eventualidad. Sin embargo, las declaraciones previas de Alatorre sobre la necesidad de mantener libres ciertos niveles durante la temporada de lluvias han generado dudas en la población.
Los recuerdos del desastre en Anáhuac en 2010, cuando un desbordamiento causado por desfogues abruptos de otra presa afectó a miles de personas, han resurgido, intensificando la preocupación en las comunidades cercanas a Cerro Prieto. Con el pronóstico de hasta 25 fenómenos hidrometeorológicos en el Atlántico este año, la situación demanda una vigilancia extrema y una gestión cuidadosa para evitar tragedias similares.
